Dominar el flujo de trabajo fotográfico: Una guía completa desde la planificación hasta la exportación

Descubre los pasos y técnicas esenciales de un flujo de trabajo fotográfico, desde la preparación previa a la toma hasta el posprocesamiento. Aprende a organizar, seleccionar, editar y mostrar tus imágenes con esta completa guía. Mejora tu eficacia y creatividad en fotografía con consejos y ejemplos de expertos.

toma en ángulo alto de un ordenador portátil y una cámara 7610531 a escala

El trabajo de un fotógrafo va mucho más allá de hacer fotos: para tener éxito en tu negocio fotográfico tendrás que crear flujos de trabajo que te ayuden con todas las tareas necesarias entre bastidores. La preparación y el trabajo posterior a la toma de fotografías, que incluye organizar las fotos, editarlas y compartirlas para promocionarte, pueden ser tareas tediosas y que requieren mucho tiempo, por lo que, cuando gestionas tu negocio de fotografía por tu cuenta, esta carga de trabajo puede parecer interminable. 

Crear flujos de trabajo es una herramienta importante para que, como fotógrafo, agilices tu trabajo y optimices tu tiempo. No sólo te ayuda a ti como fotógrafo, sino que hace que el proceso sea mucho más fluido para tus clientes.

Para ayudarte a alcanzar el éxito, hemos elaborado una guía completa para crear y dominar el flujo de trabajo fotográfico. Esto te ayudará en cada paso del camino, desde la preparación para la sesión, la propia sesión, la organización de las fotos, el proceso de selección, la edición y el retoque y, por último, la obtención del producto final. Hay mucho que repasar, así que vayamos despacio.

Preparación previa al rodaje

Tu trabajo fotográfico comienza mucho antes de que llegues a la sesión, hay una serie de pasos importantes entre la reserva de un cliente para una sesión fotográfica y la toma de sus fotos: todos esos pasos forman parte de la preparación previa a la sesión:

Crear una guía estandarizada de preparación del cliente

Tu principal preparación con el cliente consistirá en planificar la sesión de fotos. Para cualquier sesión de fotos que realices, debes comunicar a tu cliente sus objetivos y cuáles son sus expectativas. Esto te ayudará a preparar el lugar, el tema y el estilo, así como a comprender el alcance creativo del proyecto. 

Es una buena idea estandarizar algunos de los recursos que das a tus clientes. Por ejemplo, elaborar un documento de una página para ayudar a un cliente a prepararse para su sesión de fotos puede agilizar el proceso de ayudarle a saber qué ropa ponerse, cómo será el día, cómo puede prepararse, etc. Esta guía para el cliente también puede incluir información sobre el aparcamiento o la ubicación del estudio si lo alquilas o lo tienes en propiedad. 

Planificación e investigación de los lugares de rodaje

Cuando reservas a un cliente para una sesión de 30 minutos fuera de tu estudio, no tienes tiempo de pensar en los mejores lugares y escenas para la sesión de fotos: tu cliente te estará buscando para que le guíes. Una parte importante de la lista de comprobación previa a la sesión debe ser determinar el lugar y desarrollar un plan para aprovechar el tiempo de la forma más eficaz. Encontrar lugares que se adapten a cada sesión puede llevar mucho tiempo, pero una vez que te hayas familiarizado con varias opciones y hayas utilizado un lugar varias veces, te parecerá más una inversión para optimizar tu flujo de trabajo.

Preparar el equipo

Organizar tu equipo y asegurarte de que tienes todo lo que necesitas es otro paso importante en la preparación previa a la sesión. Hazte una lista de comprobación de lo que tienes que llevar y preparar el día antes de la sesión de fotos, y síguela. También puedes decidir que quieres crear una lista de comprobación para cuando hagas sesiones de retratos en un estudio y otra para cuando hagas sesiones familiares en exteriores, o cualquier otro tipo de sesión. 

Algunas cosas importantes de esta lista pueden ser cargar las pilas y tener pilas de repuesto a mano, objetivos, reflectores de luz, cámaras, trípodes, tarjetas SD, etc. Hazla exhaustiva y póntelo fácil. Esta rutina puede ahorrarte mucho tiempo y energía en pensar "¿qué necesito?". También puede ahorrarte el problema de olvidar algo importante y darte cuenta cuando llegues al rodaje. 

Retrato de moda de mujer joven en estudio fotográfico profesional

Capturar la toma

La siguiente parte es la divertida: capturar la toma. Para esta parte del proceso, o bien viajarás a un lugar para reunirte con tus clientes, o bien les recibirás en tu estudio u otro espacio que alquiles. 

Hacer que tus clientes se sientan cómodos es una de las mayores medidas de éxito para ti como fotógrafo y es lo que te ayudará a conseguir esa toma perfecta. Tómate un tiempo al principio para hablar con ellos, hacer que se sientan cómodos, repasar cómo va a ser la sesión y empezar. Las fotos de prueba deben estar al principio de cada sesión: aunque estés en el mismo lugar todo el día y fotografíes a varios clientes, tendrás que empezar con fotos de prueba para asegurarte de que utilizas el entorno adecuado para tus fotos.

Puesto que dispones de un tiempo limitado, mantenerte dentro de ese marco temporal es una parte superimportante de tu flujo de trabajo fotográfico. Acostúmbrate a establecer temporizadores: por ejemplo, si vas a utilizar un telón de fondo o un conjunto antes de hacer un cambio, establece un temporizador sobre el tiempo que quieres emplear. ¿Hemos mencionado que fotografiar es divertido? Es fácil dejarse llevar y no darse cuenta de lo rápido que pasa el tiempo.

Por último, utiliza una lista de tomas para guiarte en la dirección de las poses: es algo que puedes crear tú mismo en la preparación previa a la sesión y es algo que puedes marcar como fotógrafo y utilizar de una sesión a otra. Por ejemplo, cuando hagas una sesión de fotos de compromiso, puedes hacer referencia a todas las poses principales con las que quieras terminar la sesión. Si el cliente te había hablado de alguna foto o imagen en particular durante la planificación, asegúrate de que esté en tu lista de tomas. 

Y no olvides permitirte ser creativo y divertido durante el proceso: experimenta y prueba nuevas técnicas, ¡hay tantas formas de crear magia!

Organización posterior al rodaje

Una vez terminada la sesión fotográfica, empieza el trabajo de verdad: queda mucho por hacer en cuanto a la importación de imágenes y a asegurarte de que tienes un sistema de copia de seguridad adecuado. Una de las primeras cosas que debes hacer cuando vuelvas de la sesión fotográfica es cargar todas las imágenes en tu ordenador y guardar los archivos de imágenes en bruto. Tu proceso de trabajo debería incluir hacer copias de seguridad en un disco duro o en la nube. 

Clasificar las imágenes es la siguiente fase: lleva tiempo y es posible que no puedas hacerlo de inmediato en función de tu carga de trabajo total, pero este paso te ahorrará más tiempo en el futuro. Considera que esta fase de tu volcado de fotos es lo primero que debes hacer siempre después de la sesión fotográfica. Siempre es mejor prevenir que curar cuando se trata de guardar archivos.

En esta etapa, tendrás que organizar tus fotos de una forma que te funcione: este paso facilitará los demás. Puedes optar por organizar las carpetas por días y luego poner los nombres de los clientes dentro de esas carpetas. También puedes separarlas por tipo de fotografía y luego por nombre de cliente. Hay muchas formas de organizarte, así que decide qué te funciona mejor. 

Cambiar el nombre de los archivos por lotes es otra gran herramienta que te ayudará a mantenerte organizado: aquí puedes cambiar el nombre de los archivos de un conjunto de números genéricos al nombre o la fecha del cliente, para que sean fáciles de encontrar cuando pases a las fases de selección y edición de imágenes.

Por último, debes asegurarte de añadir metadatos a cada una de tus fotos. Esto es importante porque los metadatos permanecerán en la imagen y son esenciales para la identificación y la protección de los derechos de autor. Puedes añadir o ajustar tus metadatos en cualquier software de imágenes que utilices. Podrás añadir detalles como tu nombre como autor, la fecha, etc.

Selección y eliminación selectiva de imágenes

Y ahora es el momento del proceso de selección: dependiendo del tipo de fotografía, tus resultados serán muy diferentes, desde un retrato hasta una boda entera. Esta parte del flujo de trabajo requiere que dediques una buena parte del día a seleccionar las imágenes. El "culling" se refiere a seleccionar las mejores imágenes de la sesión, lo que puede ayudar a acelerar el resto del flujo de trabajo.

Si estás trabajando en una boda, puede que selecciones varias fotos como parte de tu entrega, o si estás haciendo una sesión de retratos, puede que el paquete final conste sólo de tres fotos editadas. Podrás optimizar tu flujo de trabajo si desarrollas un criterio que te ayude a evaluar y seleccionar estas fotos, lo que podría incluir buscar la calidad, la composición, la narrativa y elegir las que se ajusten a tu lista de tomas, así como eliminar los parpadeos y las tomas borrosas. También es posible que algunas de tus fotos de prueba lleguen a tu galería. 

También puedes crear una galería de pruebas para que tu cliente las mire y elija las fotos que desea para tu edición y retoque final. Hay diferentes sitios web que puedes utilizar para optimizar este proceso y hacerlo seguro para que sepas que los clientes no están descargando imágenes por las que no han pagado. Format tiene esta capacidad integrada en el constructor del sitio como Galerías de Clientes, donde puedes subir pruebas digitales y los clientes pueden ver y marcar como favoritas las imágenes.

Edición y Retoque

Una vez seleccionadas las fotos, es hora de trabajar en la edición y el retoque de las que entregarás al cliente. Para esta fase, es probable que utilices programas de edición de imágenes como Lightroom o Photoshop. Algunos de los ajustes más comunes que harás incluyen ajustes de exposición, balance de blancos, recorte, corrección del color, etc. 

Aprender técnicas de edición más avanzadas puede ser una habilidad útil para desarrollarte como fotógrafo: este tipo de retoque puede incluir eliminar basura o pequeños objetos de la foto, retocar la piel, arreglar pelos sueltos o incluso quitar una mancha de la camisa. A veces, estos pequeños retoques forman parte del paquete, pero si son más intrincados y requieren más tiempo, pueden facturarse como un complemento. 

Una etapa más en la parte de edición y retoque de tu flujo de trabajo puede ser añadir filtros o efectos a la foto. Algunos fotógrafos tienen un cierto aspecto estandarizado en todas las fotos que puede formar parte de su marca estilizada y esto puede conseguirse mediante un filtro. Sea cual sea el trabajo de edición y retoque que hagas en esta fase, recuerda que tienes que equilibrar la visión artística y al mismo tiempo ofrecer lo que el cliente quiere.

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Exportación y optimización de archivos

Ahora pasamos a la fase de entrega, en la que te preparas para entregar los archivos a tus clientes. Para empezar, desglosaremos los distintos formatos de archivo que puedes utilizar, siendo los más populares JPEG, PNG y TIFF. 

Un archivo TIFF o Tag Image File Format es un archivo informático utilizado para almacenar gráficos de trama e información de imagen. Este formato facilita el almacenamiento de imágenes de alta calidad antes de editarlas para evitar los formatos de archivo con pérdidas, en los que las imágenes se comprimen de forma irreversible. Es posible que los archivos TIFF no se muestren correctamente fuera de los programas de tratamiento de imágenes, por lo que, a menos que vayas a enviarlos a un cliente para que los utilice en la impresión, puede ser mejor elegir JPEG o PNG. 

Los JPEG y los PNG son mucho más universales y se pueden ver y utilizar fácilmente en cualquier lugar de la web. La otra diferencia entre TIFF y JPEG o PNG es el tamaño del archivo: los archivos TIFF suelen ser muy grandes, mientras que los JPEG y PNG son más económicos y fáciles de compartir en las redes sociales.

Cuando se trata de compartir imágenes, se acabaron los días en los que se hacía una transferencia física utilizando un CD o un USB. Al enviarlas a los clientes, a menudo las fotos serán demasiado grandes para compartirlas en un correo electrónico y habrá que moverlas a través de un Protocolo de Transferencia de Archivos o FTP. 

Hay varias opciones diferentes para ti. Sitios web como Pic-Time permiten a los clientes descargar fotos de alta resolución de una galería personalizada. También hay varios programas de transferencia de archivos como We Transfer, Dropbox, Google Drive, etc. Dentro de Format, tienes la opción de habilitar las descargas de alta resolución a través de Galerías de Clientes, o crear una Transferencia de Archivos para clientes. 

Sea cual sea el método para compartir fotos que utilices, es importante que puedas entregar las fotos sin sacrificar la resolución. Las fotos que compartas en tu galería de pruebas no tienen por qué ser de alta resolución, pero los entregables finales sí.

Almacenamiento y organización de imágenes

Ya hemos mencionado la importancia de subir y guardar las fotos una vez terminada la sesión, pero hablemos de la parte de almacenamiento y organización de imágenes de tu flujo de trabajo. Tendrás que decidir el momento adecuado para almacenar las imágenes del cliente en función de tus necesidades, así como las prácticas de archivado. Archivar es estupendo para facilitar el acceso y evitar cualquier pérdida de datos o daños que pudieran sufrir los clientes.

Es importante determinar cuál será tu política y tu procedimiento en lo que respecta al almacenamiento de imágenes. Si eres un fotógrafo nuevo, es posible que no tengas que lidiar a diario con una gran cantidad de imágenes, pero a medida que te establezcas, puede que necesites desarrollar un sistema para almacenar y acceder fácilmente a tus fotos. 

Desarrolla un enfoque sistemático de la gestión de archivos que te funcione: puedes hacerlo utilizando el almacenamiento en la nube o discos duros externos. Si utilizas un disco duro externo, asegúrate de que tienes un modo de almacenarlo de forma adecuada y segura. Si utilizas el almacenamiento en la nube, es probable que pagues una cuota de suscripción en función de la cantidad de almacenamiento necesaria.

Las carpetas son tus mejores amigas. Mantener carpetas con nombres precisos y archivos de imagen dentro de las carpetas es esencial para facilitar el acceso y la recuperación. Organizar las carpetas por mes, tipo de sesión, cliente o ubicación puede ayudarte a dividir aún más el volumen de tus imágenes.

Aparte de tus carpetas de trabajo para clientes, también puedes optar por crear una carpeta de lo mejor o de lo más destacado para almacenar una selección de tus mejores trabajos. Puedes ampliar esta carpeta con el tiempo y utilizarla en tu sitio web y plataformas de redes sociales y, por supuesto, volver a mirarla con orgullo.

Compartir y publicar

Entregar fotos a los clientes no es lo único que tienes que tener en cuenta a la hora de compartir, también tendrás que elegir formas de compartir y mostrar tu trabajo en Internet. El marketing de tu negocio puede ayudarte a crecer, por lo que es importante que mantengas actualizado tu portafolio online con fotos de las que te sientas orgulloso y que muestren tu habilidad como fotógrafo.

Además de tu sitio web, es posible que quieras utilizar las redes sociales para compartir tu trabajo y conectar con clientes y seguidores. Considera también la posibilidad de entrelazar partes de tu flujo de trabajo fotográfico general en las redes sociales. Por ejemplo, puedes utilizar una historia de Instagram para mostrar parte del proceso de edición antes de compartir las imágenes finales en tu feed. 

Para las fotos que publiques en las redes sociales o en tu sitio web, deberás considerar optimizarlas al tamaño y resolución adecuados. La estética forma parte de tu marca, así que asegurarte de que compartes imágenes bien optimizadas es importante para tu negocio. Recuerda siempre: calidad antes que cantidad.

Por último, quizá quieras considerar la marca de agua como forma de seguridad para tus imágenes. Aunque no optes por poner una marca de agua en las imágenes de tus redes sociales, es una buena idea colocar una marca de agua en las imágenes que se suben a las galerías de pruebas. Tanto si utilizas tu propio logotipo como un texto sin formato, es conveniente que coloques la marca de agua en un lugar donde no destaque sobre toda la imagen, pero también de forma que no sea fácil recortarla. 

Recuerda que estas fotos son tuyas y que es fácil que la gente las guarde o haga capturas de pantalla de Internet, por lo que utilizar una marca de agua en tus imágenes es una forma de protegerte.

Conclusión

Y ya está. Si esta lista maestra de planificación de tu flujo de trabajo fotográfico te parece abrumadora, ve paso a paso. Empieza antes de la sesión fotográfica con la planificación, pasa de la sesión fotográfica a la organización, clasificación, edición, exportación, almacenamiento y, por último, a compartir. Seguir estas fases te hará la vida mucho más fácil.

Así es como puedes empezar: abre un documento de Word o un bloc de notas y escribe los pasos indicados anteriormente en una lista maestra, luego construye las partes que contiene. Elige pasos que funcionen para ti, de modo que puedas seguirlos cómodamente. Asegúrate de personalizar tu flujo de trabajo fotográfico en cada paso para que se adapte a tu proceso. Recuerda que esto debe hacer que tu trabajo sea más eficaz y optimizar tu tiempo, no algo que sea una carga. Y no olvides mantenerte flexible y ajustar tu flujo de trabajo maestro siempre que lo necesites.

Colaborador

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