A principios de 2013, se abrió al público un concurso en los Everglades de Florida que permitía la caza de la pitón birmana invasora. Cazadores de todo el país descendieron a los pantanos de Florida en busca de pitones, que han ido apoderándose lentamente de la zona a lo largo de las dos últimas décadas y poniendo en peligro la población de especies autóctonas.
Los cazadores acuden equipados con pistolas, cuchillos, palos de serpiente, bicicletas, vehículos a motor y embarcaciones, todos ellos ansiosos por tener la oportunidad de capturar una especie exótica y ayudar a devolver a los humedales su equilibrio natural.
Durante el tiempo que pasé en ambas cacerías, que tuvieron lugar una vez en 2013 y otra a principios de 2016, me encontré conduciendo por el sur de Florida semanalmente en busca de cazadores. Pasaba las noches durmiendo en la parte trasera de mi camioneta, mientras que los días los pasaba conduciendo por kilómetros de caminos de tierra y vagando por los senderos pantanosos; conociendo y fotografiando a muchos de los cazadores que encontraba.
Tras hablar con los cazadores, descubrí que la mayoría de ellos no estaban allí sólo para presumir de haber matado un animal exótico, sino para ayudar a concienciar sobre el problema y contribuir a reducir la población.
La introducción de la pitón birmana en los Everglades de Florida creó un inmenso desequilibrio en el frágil ecosistema y esta caza regulada es el primer paso para intentar que los humedales vuelvan a su estado habitual.
Dylan Johnston es un fotógrafo afincado en Brooklyn que lleva años saltando vallas, conociendo a desconocidos y explorando zonas menos conocidas. Su trabajo ha aparecido en Roads & Kingdoms, Sport Fishing Magazine y Popular Photography on Campus. Visita el portafolio de Johnston aquí.
Sigue a Dylan Johnston en Instagram @Capt_Johnston.