Charles Bierk no revela mucho en la biografía de su portafolio en línea: nació en 1987, se graduó en la OCAD en la especialidad de dibujo y pintura en 2011, y vive y trabaja en Toronto. En cambio, para saber algo más sobre este pintor de inmenso talento, hay que indagar un poco para descubrir que se crió en Peterborough, que tiene varios hermanos con inquietudes artísticas como él y que es hijo del famoso pintor canadiense de origen estadounidense David Bierk.
Pero los detalles de fondo resultan innecesarios cuando nos enfrentamos a la obra de Charles. En su lugar, las minucias que importan aquí son casi microscópicas: sus cuadros están tan minuciosamente construidos por pequeños detalles que parecen retratos fotografiados, incluso si se miran de cerca. El resultado transmite la interpretación que Bierk hace de sus temas de una forma más personal y menos documental que la mayoría de las fotografías: en lugar de presentarnos simplemente el tema, nos lo presenta filtrado a través de la mente del artista. El resultado es una creación en cierto modo mecánicamente humana, pero algo que ninguna máquina podría construir jamás.