El fotógrafo Elliott Verdier decidió ir a Kirguistán simplemente porque se dio cuenta de que no sabía nada del país. Nacido y criado en París, Verdier empezó a interesarse por saber más sobre Asia Central tras una visita a Mongolia. "Empecé a investigar sobre ella y encontré muy pocas cosas al respecto", dice Verdier. "Así que decidí ir durante un mes para verlo por mi cuenta al principio. Y luego decidí volver para un proyecto más largo y de mayor envergadura".
Un camino sombreado es el resultado de esta investigación fotográfica. Publicado este mes en forma de fotolibro por Prensa de otro lugarla serie explora los paisajes y las gentes de Kirguistán con una mirada curiosa. A Verdier le interesaba especialmente conocer tanto a los jóvenes como a los ancianos, documentando un contraste entre las generaciones que crecieron en la era soviética y las que son demasiado jóvenes para haberla vivido.
Verdier decidió rodar la obra en película, utilizando una cámara de gran formato para captar imágenes llenas de detalles. "Me gusta pensar que será la primera y la última vez que se filme con una cámara de gran formato", afirma. Un camino sombreado es un documento de un pequeño país que intenta equilibrar la conservación de las tradiciones del pasado con el movimiento hacia el presente.
Encuentra más fotografías de Elliot Verdier en su sitio web. Una exposición de Un camino sombreado también será expuesto en París el 30 de junio.
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